Casi a cualquier pueblo donde vayas, si dices que trabajas en arqueología, los habitantes de la zona te hablarán de tal o cual resto, remontable, según la tradición oral, a tiempos de los “moros” o “incluso antes” (entiéndase ese período legendario como un espacio temporal nebuloso en el que casi nada existía, puede que ni una triste rueda de carro). Es muy probable que las indicaciones te guíen hacia los restos de un castillo, con suerte, a un castro y muchas veces, el paisano hablará sobre ciertas tumbas talladas en la roca, con forma de persona, pues este es un tipo de yacimiento que también posee el don de la ubicuidad. Sucede que la mayor parte de estos enterramientos son de época medieval y de rito cristiano, si bien muchas veces es difícil acertar con la cronología exacta debido a la inexistencia de restos óseos o materiales que nos proporcionen alguna pista.
Tal era la situación en una paraje cerca de San Lorenzo de Barxacova (Parada de Sil, Orense), un punto que domina la desembocadura del río Mao en las aguas del Sil, dentro de la zona conocida como Ribeira Sacra, lugar que pasa por albergar la mayor concentración de monasterios del mundo, en su mayor parte de origen medieval. De la necrópolis de San Vítor (o San Víctor) sólo se conocían cuatro tumbas antes del año 2010, fecha de inicio de los trabajos arqueológicos realizados por el equipo de Eduardo Breogán-Nieto y Santiago Ferrer Sierra. En las distintas campañas de excavación llevadas a cabo hasta el año 2014 fueron documentadas cuarenta y tres tumbas más.

Uno de los monasterios que jalonan la Ribeira Sacra. Interior de Santa Cristina (Ribas de Sil, Parada de Sil)
En Arqueovuelos hemos elegido la necrópolis de San Vítor como ejemplo de la labor arqueológica, muchas veces infravalorada. Hoy el yacimiento es accesible y ha sido incluido dentro de una ruta de senderismo. Cierto es que no recibirá tantos visitantes como algunos de los monasterios o parajes de la zona, ya que no tiene un parking a escasos metros (ni falta que le hace), no obstante, llegar al lugar ayuda a comprender mucho mejor el devenir histórico de la Ribeira Sacra, complementando la visión centrada en los núcleos monacales más importantes. Durante la realización de las tomas aéreas nos alegró mucho charlar con senderistas que llegaban a la necrópolis y ver cómo todo un grupo de excursionistas se acercaba en visita guiada desde San Lorenzo de Barxacova, a escasos 500 m.

El yacimiento actualmente cuenta con pasarelas para facilitar la visita y conservación de las estructuras
El análisis de los restos documentados en la necrópolis apunta a su uso entre los siglos IX y XI d.C., aunque fueron registrados materiales hasta del siglo XV e incluso de época romana. Las tumbas, orientadas con la cabeza al oeste y los pies al este (con un ligero desvío) tienen una tipología única (tipo San Vítor): muchas son más largas de lo habitual y algunas poseen ampliaciones cuadrangulares en la parte de los pies, que han sido interpretadas como osarios destinados a ubicar los restos de las anteriores inhumaciones, mientras que la tumba era reutilizada para un nuevo difunto. La necrópolis está compuesta por dos zonas: la explanada de tumbas en la roca y la peña (véase el vídeo), donde fueron localizadas cuatro tumbas más junto a los restos de una capilla cuya destrucción acontece a lo largo del siglo XIX, pero que había quedado en la tradición oral de los pueblos circundantes. Esta división por zonas, apreciable incluso en la explanada inferior, indica cierta jerarquización social.
Los datos descubiertos por los arqueólogos durante su investigación, y otras hipótesis planteadas, aún por resolver, nos hacen vislumbrar el mundo de la sacralidad y de las sociedades cristianas previas a la reforma parroquial del siglo XII, fecha en la que se adopta la tradicional organización de iglesia-pueblo-cementerio. Pero el trabajo no se ha quedado sólo ahí. Puede ser un yacimiento pequeño, no obstante es único y aporta muchas novedades. Con los fondos disponibles, los investigadores han consolidado y conservado el yacimiento para hacerlo visitable y además, vienen realizando un necesario trabajo de divulgación, para lo cual se han servido tanto de nuevas tecnologías como de la presentación en directo de cada hallazgo a través de un blog. Este aspecto es, sin duda, el más loable. La investigación realizada, ya sea apoyada con financiación privada o pública, debe devolverse en forma de conocimientos y sitios tangibles a la sociedad, como en el caso de San Vítor, por poca monumentalidad que tengan. Las historias narradas, tradiciones redescubiertas y los lugares olvidados que son desenterrados para hacerlos hablar, contribuyen a incrementar el arraigo de las gentes al territorio, personas que, en el medio rural, hacen más suyos, si cabe, los paisajes y edificaciones que forman parte de sus vidas.
RECUERDA QUE:
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Debemos tratar con respeto los restos arqueológicos para que todos los visitantes puedan disfrutarlos.
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Debes dejar todo tal y como lo encontraste.
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Sé respetuoso con la naturaleza. Estás dentro de un espacio natural en el que existen especies animales y vegetales endémicas.
AMPLÍA TU INFORMACIÓN EN:
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Ayuntamiento Parada de Sil
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San Vítor de Barxacova
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Ruta senderista río Mao-Barxacova-O Pombar-San Lorenzo
Hola, no se si es de interés pero yo lo comento. Conozco el sitio, ahora con el paso del tiempo esta cambiado por la maleza, pero yo recuerdo ir a casa de mi bisabuelo y en el pajar había pintados santos en la pared.
Me contaron que aquella casa había sido un convento creo mi tatarabuelo se lo había comprado a los monjes.
Ahora la maleza lo tiene oculto pues la zona es de difícil acceso.
Se encuentra en la ladera de enfrente entre el Río Mao y la carretera que sube a Cristosende por encima del lugar que le llaman Pontevella.
Había dos caminos uno subiendo por un camino estrecho y difícil nada mas cruzar el puente de la Pontevella, y el otro siguiendo el camino paralelo al cauce del Mao hasta la zona embalsada donde girando a la derecha se empieza a subir hacia Cristosende y que decían era un camino medieval.
No se si le son de interés los datos, pero por comentarlo no pasa nada.
Hola Juan.
Muchas gracias por tu comentario, seguro que es de interés para los arqueólogos e historiadores que trabajan la zona. El lugar es espectacular. La verdad que es una aportación muy valiosa. Un saludo.